La apasionante definición del Campeonato de Pilotos 2021 en Yas Marina fue el corolario perfecto para una temporada inolvidable. El rol de Michael Masi. Los dos errores de Mercedes.
La Fórmula 1 tuvo muchísimas e incontables carreras a lo largo de su riquísima historia en las cuales se definieron los títulos con polémica incluida. Los grandes premios de Japón 1989 y 1990 con la feroz lucha entre Ayrton Senna y Alain Prost y Jeréz de la Frontera 1997 con el autazo de Michael Schumacher sobre Jacques Villaneuve son una clara muestra de ello.
Los inolvidables Ayrton Senna y Alain Prost fueron implacables entre ellos cuando debían decidir quien era el campeón. Fue tan grande esa rivalidad que los hizo mejores pilotos de lo que eran, no soportaban que el otro ganara y actuaban en consecuencia. Durante los nueve años en que corrieron juntos se quedaron con siete títulos entre ambos, las excepciones fueron Niki Lauda y Nelson Piquet en 1984 y 1987 respectivamente. El campeonato ganado por Nigel Mansell en 1992 no entra en esta estadística ya que El profesor no participó del mismo debido a que se tomó un año sabático luego de su ignominioso despido de Ferrari en 1991.
Abu Dabi 2021 era el cierre perfecto para una temporada que los fanáticos de la categoría no olvidarían fácilmente debido a las polémicas, encontronazos y asperezas que tuvieron Max Verstappen y Lewis Hamilton a lo largo del año. La lucha se extendió desde la primera competencia del calendario hasta la bandera a cuadros en Yas Marina, en el medio pasaron veinte grandes premios más en los cuales ocurrió de todo. Las carreras celebradas en Baréin, Imola, Silverstone, Monza e Interlagos estuvieron marcadas por las controversias y luchas entre ambos que iban más allá de lo razonablemente permitido. Ambos eran líderes del campeonato con 369,5 puntos al llegar al país asiático.
Fue tan encarnizada la pelea que la FIA castigó reiteradamente a Lewis y a Max pese a que siempre dio la sensación de que las sanciones más leves eran para el heptacampeón y las más duras para Verstappen, un piloto totalmente rebelde para los estándares del ente rector del automovilismo mundial a diferencia de Hamilton. El Sir prefiere ser más dialoguista mientras que el holandés declara y hace lo que tiene ganas.
Así como Lewis lo mandó contra el muro a Max en Copse (un impacto de 51 g que llevó al holandés al centro médico mientras el heptacampeón festejaba el triunfo en su país), Verstappen no aflojó en la Variante del Rettifilo (Hamilton también lo dejó sin espacio) y terminaron en la leca con la rueda trasera derecha del RB16B rozando la cabeza del piloto inglés, lo cual no fue una tragedia de milagro y gracias al halo.
Las cosas no pudieron empezar mejor para Lewis en Yas Marina pese a que Verstappen había marcado la pole el día anterior. El oriundo de Stevenenage tomó la delantera ni bien se inició la carrera y comenzó a tomar distancia. El mayor momento de incertidumbre se vivió cuando Hamilton se topó con Checo Pérez y el mexicano le hizo perder ocho segundos al hombre de Mercedes pese a que su RB16B llevaba unas cubiertas blandas prácticamente deshilachadas. Era tan poderoso el W12 de Lewis que si bien Max se puso muy cerca (menos de dos segundos) no pudo alcanzar la línea del campeón.
Todo cambió a cinco vueltas del final cuando Nicholas Latifi se estrelló solo contra un muro. Dirección de carrera mandó un Safety Car para sacar el Williams de pista y allí vinieron los dos errores de Mercedes que le costaron el octavo título a Lewis pese a la ambigüedad del reglamento y del accionar de Michael Masi y compañía. James Vowles, jefe de estrategia de la marca de la estrella en esos años, y sus dirigidos sopesaron mal las posibilidades sobre lo que podía ocurrir y por ello decidieron que Hamilton no entre en boxes a cambiar cubiertas como sí lo hizo Verstappen.
En la reunión previa a la competencia todas las partes involucradas habían aceptado que la carrera debía terminar sin Safety Car y con los pilotos peleando en pista. Los estrategas del equipo de Brackley entendieron que el auto de seguridad no se iba a retirar faltando tan pocas vueltas para el final y que por lo tanto Red Bull no tenía como poner en peligro una nueva coronación de Lewis. Allí sucedió la segunda falla de los hombres de Mercedes ya que nunca se imaginaron que Dirección de carrera primero iba a rechazar y apenas unos minutos más tarde aprobar que los cinco rezagados entre Hamilton y Verstappen superen al líder para que ambos definan el campeonato mano a mano y sin ningún tipo de escollos.
Hannah Schmitz intentó una solución desesperada para tratar de torcer el rumbo ya que tal como iban las cosas nada podía evitar que Lewis gane un nuevo título. La ingeniera de Red Bull, perdida por perdida, llamó a Verstappen a boxes intempestivamente y sin consultar a nadie para colocarle cubiertas blandas. Mercedes ya no tenía tiempo de reaccionar y la autorización que recibieron los rezagados para superar a Hamilton alteraron de manera notoria a Lewis quien se desconcentró completamente tal como se ve en el momento en que Super Max lo supera por adentro de la curva cuando él había elegido cubrir la parte externa de la misma dejándole todo el interior al descubierto.
Más allá de las polémicas (uno siempre ve las cosas como quiere porque incluso los reglamentos son de interpretación) dos de los mejores pilotos que tuvo la Fórmula 1 en esta era le regalaron una definición infartante a los aficionados. Fue muy justo que Verstappen haya conseguido su primer título y muy injusto que Hamilton haya sido subcampeón pero si las cosas hubieran sido al revés valdría la misma interpretación ya que ambos merecían ser campeones en ese inolvidable 2021.
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Fotos: gentileza Red Bull Content Pool
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