El actual campeón del mundo hizo una carrera fabulosa remontando desde el decimoséptimo puesto y ganó la carrera en Brasil luego de una clasificación complicada. Gran tarea de los Alpine. Norris recibió un golpe demoledor por parte de Max.
Se robó el espectáculo de principio a fin gracias a su espectacular actuación, tal vez la más importante e impactante de su trayectoria. Max Verstappen se rehízo de una clasificación espantosa (terminó en el puesto doce pero retrocedió cinco lugares más en la grilla de partida debido al cambio del ICE) y de una sanción de cinco segundos recibida en la carrera sprint del sábado que había permitido que Lando Norris achicara la distancia entre ambos a sólo cuarenta y cuatro unidades.
El tricampeón tuvo una mañana de domingo bastante complicada ya que el inoportuno despiste de Lance Stroll sobre el final de la Q2 le impidió mejorar su tiempo debido a la bandera roja que decretó Dirección de carrera (fueron cinco en total durante la clasificación) y que lo mandó al fondo de la grilla cuando esperaba estar en mitad de la parrilla para ir a buscar a Norris, quien pareció mostrar determinación para pelearle el campeonato. Esa percepción se diluyó rápida y totalmente viendo la largada de Lando…
El piloto inglés tenía todo para descontarle una cantidad notoria de puntos a Max, entre 10 y 15 unidades para meterle presión en los tres grandes premios finales del campeonato pero una vez más se equivocó en la largada y fue superado por George Russell. Lando está aprendiendo a lidiar con estas situaciones de pelear por cosas importantes y por ello es normal que aun cometa errores. Verstappen ya hizo este curso durante la temporada 2021 y esa es una de las grandes ventajas que tiene en esta pelea con el hombre de McLaren.
Max salió disparado como un cohete para tratar de remontar posiciones, tarea que hizo muy bien (al término de la primera vuelta ya estaba undécimo) aunque recibió el golpe de suerte necesario con la bandera roja provocada por la falta de experiencia de Franco Colapinto que terminó estrellando su FW46 contra el muro en la vuelta 30. Antes le habían dicho desde el pitwall que aguantara un poco más con esos neumáticos intermedios.
A esa altura ya había entrado en boxes Lando y la ventaja pasaba a ser de Verstappen ya que podía cambiar cubiertas durante la bandera roja sin ningún tipo de pérdida de tiempo. Super Max dio una cátedra de manejo bajo el agua (la comparación con Ayrton Senna manejando con lluvia es inevitable) y le aplicó un mazazo psicológico a Norris. El mensaje para Lando fue claro: «tenés el mejor auto pero el campeón soy yo.»
La gran tarea realizada por Verstappen opacó la gran carrera que hicieron los hombres de Alpine. Esteban Ocon terminó segundo y Pierre Gasly tercero. Esos treinta y tres puntos conseguidos por el equipo francés fueron más que lo obtenido en el resto de la temporada, apenas catorce unidades y que le permiten escaparse considerablemente de Williams en la lucha por el octavo lugar del Campeonato de Constructores.
Verstappen estiró a sesenta y dos puntos su ventaja con Norris cuando sólo quedan 86 en juego. Y lo hizo de la mejor manera posible, cumpliendo una de sus mejores actuaciones en la Fórmula 1 porque mientras Lando dudó una vez más, Max fue por todo sin titubear. Y esa es la diferencia entre un buen piloto y un gran campeón.
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Fotos: gentileza Red Bull Content Pool
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